sábado, 26 de junio de 2010

Besaton bajo la lluvia. Por Sergia Galván



Besaton bajo la lluvia,
Como una expresión de resistencia frente a quienes pretenden criminalizar el beso, un grupo mujeres y hombres, convocadas y convocados por la Colectiva Tres Gatas, nos besamos y expresamos afectos públicamente en el Conde.

La reacción inquisitorial, cual tribunal del Santo Oficio, que escenificó la Dirección General de Migración contra una pareja que se besó en una esquina de la 27 de febrero, mueve a preocupación.

Ya que no constituye un hecho aislado, un conjunto de acciones de carácter similar se han producido en el país en los últimos tiempos.

Las redadas y represión contra las personas que se reúnen el Parque Duarte; la prohibición del IV festival de la Calle Hostos en diciembre del año pasado y la confiscación de vibradores y consoladores a las internas de Najayo, a quienes además se les prohíben las visitas conyugales.

La circular de la Secretaria de Educación el año pasado, imponiendo la altura de los tacones de los zapatos de las mujeres, el tipo de peinado y los colores de la ropa; la prohibición de entrar al Senado con zapatos que muestren los dedos o el talón, no se permiten zapatos abiertos; la alarmante cantidad de trans asesinadas y la campaña del cura de Jarabacoa para que se quitara una obra de arte, porque los ángeles tenían miradas homosexuales y perturbaban a los feligreses.

Y los vejámenes y violación a sus derechos civiles y políticos de que fueron víctimas diputadas y diputados que votaron en contra del Artículo 30.

Estas acciones están asociadas al conservadurismo por el que se está enrumbando el país, a la reinstalación de la ultraderecha en el poder y a la falta de deslinde Estado/Iglesia

Hay que estar en alerta ante posible redada del departamento de control de besos de la Dirección General de Migración, por considerar el Besaton un atentado colectivo al pudor y a la seguridad del Estado.